La moda actual habla en varios alfabetos: corte, color y código. “Proporciona el texto.”, parece susurrar la industria, mientras las siluetas se convierten en argumentos y las telas en titulares. Entre la precisión de la sastrería y el pulso de la calle, los armarios se escriben en presente.
En el mapa internacional —de París a Nueva York, pasando por Londres y Milán— la narrativa se afina en dos ejes: sofisticación discreta y personalidad sin excusas. La sastrería se suaviza con hombros redondeados y pantalones de caída fluida; el denim asciende a categoría de lujo con lavados nítidos y patrones precisos; el cuero vegetal y los tejidos técnicos elevan el pragmatismo. Metalizados “líquidos”, rojos intensos y neutros mantecosos apuntalan la paleta, mientras el vestido columna y la maxi falda siguen trazando líneas seguras para el día y la noche.
En el taller, la conversación se concentra en construcción y permanencia. Casas históricas pulen archivos con una lectura contemporánea; firmas jóvenes apuestan por texturas táctiles, punto arquitectónico y detalles artesanales que resisten la fugacidad. El sport refinado encuentra su lugar junto a un romanticismo depurado: encajes aireados, drapeados sobrios y accesorios funcionales —mocasines robustos, bailarinas estructuradas, bolsos flexibles— definen un vestir inteligente.
La tecnología, por su parte, deja de ser backstage para convertirse en coautora: patronaje digital, materiales de nueva generación y experiencias phygital expanden el armario más allá del probador. En este intercambio entre palabra e imagen, “Proporciona el texto.” funciona como un guiño creativo: el brief es sintético, el resultado, sensorial. Mientras la sostenibilidad y la inclusión marcan el tono global, el consumidor edita su estilo con criterio: menos ruido, más intención.
Porque, al final, “Proporciona el texto.” podría ser la consigna de la temporada: la moda completa la frase con proporción, contexto y deseo. Y lo hace con una claridad que trasciende fronteras, idiomas y husos horarios.
Alejandro Ruiz Cortés es consultor estratégico de emprendimiento, inversor ángel escéptico y periodista especializado en innovación y startups. Nacido en Madrid en 1980, se licenció en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad Complutense, donde descubrió su pasión por los modelos de negocio disruptivos y la tecnología emergente.
Con más de 15 años de trayectoria, Alejandro ha alternado su labor en medios económicos de referencia con la asesoría directa a emprendedores. Como periodista, ha publicado análisis críticos en cabeceras como Emprende Hoy y Innovación Tech, siempre poniendo el foco en riesgos, fracasos y lecciones duras del ecosistema. En paralelo, ha invertido en más de una veintena de startups, advirtiendo desde el principio sobre las altas tasas de mortalidad empresarial y la volatilidad de la financiación.